domingo, 31 de agosto de 2008

Felicidad hormonal

Él era más o menos (tal vez menos que más) feliz. Se reía a gusto.
Él era más o menos (tal vez más que menos) feliz. Tenía sexo cuando lo necesitaba.
Diferentes formas de segregar endorfinas.
Ella era el doble de feliz. Reía con uno y hacía el amor con el otro. Y, de vez en cuando, jugaba al golf; era de buena familia.

5 comentarios:

Tharkun dijo...

Segunda pequeña escapada de vacaciones. Nos vemos a final de semana.

Eva dijo...

Que t´ho passis molt bé.
:)

Disjunto dijo...

ei, no se a que filósofo correspondia la visión de la felicidad como una onda (+ o - senosoidal) situada sobre las abcisas.
Yo creo que es un visión bastante acertada, lo que pasa es que ese gráfico se puede alterar fácilmente con un recuerdo bueno o malo, y muchas veces sólo nos acordamos de los malos.

disculpa que no te haya leído esta última semana

Carlos A. Macho dijo...

Me has copiado el estilo, cacho cabrón. Si es que se pega todo lo malo...

Tharkun dijo...

¿Cómo? ¿Copiar estilo? ¿Me lo estás diciendo en serio? ¿Qué son esas ínfulas? XDDD
(Por si te queda alguna duda, esto lo escribí hace ya un par de años, por entonces sólo había leído de tí textos semiincomprensibles)